Tras descubrir que tengo cáncer, el 30 de enero de 2025, quedo ingresado en el hospital para controlar el dolor abdominal, tratar de solventar la oclusión intestinal y comenzar una ronda de pruebas, incluyendo un TAC completo.
El TAC revela que la situación es incluso peor. El cáncer primario de colon efectivamente ha afectado órganos distantes, incluyendo el hígado, nódulos linfáticos, pulmones y cerebro.
GAME OVER
El informe concluye:
CONCLUSIÓN: Neoplasia de sigma estadio IV con metástasis hepáticas, pulmonares y cerebrales. Tumoración primaria con pérdida de la estructura de la pared en el borde mesentérico con probables implantes locales.
Tras este segundo golpe psicológico, me mantienen ingresado para intentar solucionar el problema inmediato de oclusión intestinal. Se intenta un tratamiento conservador colocando un stent por colonoscopia, que afortunadamente tiene buena evolución. Se reanuda el tránsito intestinal y empiezo a poder comer con normalidad poco a poco.
Entre el día 10 y 12, habiendo superado el episodio de oclusión, y aprovechando mi hospitalización, recibo el primer ciclo de quimioterapia con esquema Folfox, el que tolero de forma positiva.
El 13 de febrero recibo el alta. Los siguientes 3 o 4 días me encuentro totalmente falto de energías. Progresivamente va mejorando y puedo comer con normalidad.